Bueno quien dice coche dice furgo, jeje. Como os contaba el otro dia hicimos un viaje larguito con los bebés. La cosa fué bastante bien sobre todo la ida. En cuanto nos montamos se quedaron fritos porque ya era la hora de su siesta. Cuando se despertaron hicimos la primera parada y estaban bastante asustados pegados a mis piernas llamando a su padre que había ido al baño. Quizá al ser un entorno nuevo les asustó un poco. Luego en la furgo despiertos se portaron muy bien, jugando con algún muñeco o hablando entre ellos. Las otras dos paradas que hicimos ya estaban más sueltos y hasta en una de las áreas de servicio habia unos columpios de niños que les gustaron mucho (y se pusieron perdidos). En el último tramo la niña vomitó, sus hermanos dormian y ella estaba formalita. Pero no era formalita, era mareadita la pobre.
Luego de la estancia os puedo contar que en casa de Yasmin se hicieron los dueños de la casa, revolviendo todo y trasteando, su pobre niño asustado de la invasión. En casa de mis cuñados fué llorera total, se habían dormido en el trayecto y era tarde. Como no tenían cunas les tumbamos en un cochón en el suelo rodeado de cogines y sólo teniamos un chupete para los tres porque me los había olvidado en la furgoneta. Me acosté con ellos hasta que se calmaron y se durmieron. Yo dormí en una cama que había al lado. Se levantaron a las 8 como siempre, asi que durmieron muy poquito, pero luego se echaron una buena siesta en el mismo "campamento". Es curioso que no se escaparon del colchón y eso que podían hacerlo con facilidad. Durmieron los tres juntos por primera vez y acabaron un poco revueltos pero no se despertaban.
A la vuelta el viaje a sido peor. Volvimos de noche, salimos de alli a las 19h. Es una hora mala para ellos porque no es la hora de dormir todavia pero están cansados y atarles a un asiento no es lo que más les apetece. Mi gordito se durmió pero mi flaquito no paró de llorar en todo el viaje, lloraba y se dormia, lloraba y se dormia...le dabamos un zumo, una galleta, un juguete,...bueno ibamos usando todo tipo de trucos y funcionaban 5 minutos. En las paradas no podíamos sacarlos porque hacía mucho frio, mi gordito no se desperaba pero los otros dos si, y se ponían a llorar. Así que rapidamente en marcha otra vez. Creo que fué incomodo para ellos el dormir en las sillas, pensé que sería alrevés, que la noche irian dormidos todo el viaje y no se enterarían de nada, por eso lo hicimos así. Pero ha resultado mejor viajar por el dia que por lo menos podemos salir a correr un poco en las paradas y van más tranquilos aunque vallan despiertos.
Como conclusión me ha gustado más por un lado que viajar en tren porque es mucho más cómodo, tienes ahi todas tus cosas sin tener que llevar todo colgando de los carros, paras donde quieres y cuando quieres y llegas a la puerta de tu destino, pero por otro lado creo que los niños se lo pasaron mejor en el tren y claro el no tener que conducir es una ventaja.
Luego de la estancia os puedo contar que en casa de Yasmin se hicieron los dueños de la casa, revolviendo todo y trasteando, su pobre niño asustado de la invasión. En casa de mis cuñados fué llorera total, se habían dormido en el trayecto y era tarde. Como no tenían cunas les tumbamos en un cochón en el suelo rodeado de cogines y sólo teniamos un chupete para los tres porque me los había olvidado en la furgoneta. Me acosté con ellos hasta que se calmaron y se durmieron. Yo dormí en una cama que había al lado. Se levantaron a las 8 como siempre, asi que durmieron muy poquito, pero luego se echaron una buena siesta en el mismo "campamento". Es curioso que no se escaparon del colchón y eso que podían hacerlo con facilidad. Durmieron los tres juntos por primera vez y acabaron un poco revueltos pero no se despertaban.
A la vuelta el viaje a sido peor. Volvimos de noche, salimos de alli a las 19h. Es una hora mala para ellos porque no es la hora de dormir todavia pero están cansados y atarles a un asiento no es lo que más les apetece. Mi gordito se durmió pero mi flaquito no paró de llorar en todo el viaje, lloraba y se dormia, lloraba y se dormia...le dabamos un zumo, una galleta, un juguete,...bueno ibamos usando todo tipo de trucos y funcionaban 5 minutos. En las paradas no podíamos sacarlos porque hacía mucho frio, mi gordito no se desperaba pero los otros dos si, y se ponían a llorar. Así que rapidamente en marcha otra vez. Creo que fué incomodo para ellos el dormir en las sillas, pensé que sería alrevés, que la noche irian dormidos todo el viaje y no se enterarían de nada, por eso lo hicimos así. Pero ha resultado mejor viajar por el dia que por lo menos podemos salir a correr un poco en las paradas y van más tranquilos aunque vallan despiertos.
Como conclusión me ha gustado más por un lado que viajar en tren porque es mucho más cómodo, tienes ahi todas tus cosas sin tener que llevar todo colgando de los carros, paras donde quieres y cuando quieres y llegas a la puerta de tu destino, pero por otro lado creo que los niños se lo pasaron mejor en el tren y claro el no tener que conducir es una ventaja.