Este es un tema que quería tocar hace tiempo, pero como tenía una amiga muy querida con un poco de miedo a perder a su bebé, pues quería esperar a que pasara las semanas de peligro para hablar de esto. Esto ya ha pasado gracias a Dios, ahora a seguir cuidandose que el parto prematuro también es algo muy duro.
La gente cuando nos ve a los padres múltiples lo primero que piensan es que nos hemos hecho una fecundación in vitro. Este no ha sido mi caso así que no os puedo hablar de esto, que también es una situación durisima y he vivido esa sensación de no poder tener hijos aproximadamente un año, no porque no me quedara embarazada, sino porque los perdía.
Perder un hijo es lo más duro que puede pasarnos en esta vida. Yo no he vivido lo que es perderlo cuando ya ha nacido, que tiene que ser debastador, he vivido perderlo cuando sólo lo conocía por ecografía y ya ha sido algo que me ha marcado, así que no quiero ni imaginar perder a uno de mis polluelos.
La primera vez que me quedé embarazada fué una alegría, sucedió bastante pronto desde que nos pusimos a ello y estabamos muy felices. Dimos la noticia a diestro y siniestro, me puse a mirar ropitas, cunitas, comprar revistas de bebés, bueno esas cosas que empiezar a hacer para hacercarte un poco a el mundillo de los niños tan desconocido para las primerizas. Cuando empiezas a sangrar te entra el pánico, sabes que eso no tiene que pasar y sales corriendo a urgencias. Allí te hacen una ecografía, te dicen que está todo bien pero que tienes que volver en una semana para ver si el feto ha crecido o no, que si sangro más cantidad vuelva a urgencias, que haga reposo (nadie te explica que es eso exactamente), que tome progesterona y nada de sexo. Una semana!!! parece una tontería y que es poco pero es una semana de tortura, de mirar todo el tiempo si sigo sangrando y cuanto, de comerte el coco y de llorar sin parar.
A la semana vuelvo y me dicen que el feto no ha crecido nada, que no tiene latido y que se va a perder, que sólo podemos esperar a que lo expulse pro si mismo y que visite a mi ginecólogo en un par de semanas para ver si lo he expulsado bien. Te lo dicen así de frio, como suena. me puse a llorar alli mismo. Mi marido esperaba fuera, le dije que igual había alguna posibilidad, me negaba a creerlo. Me dijo que era normal que no me pusiera así, que pasa mucho y que podría volver a intentarlo en un par de meses.
Yo seguía sin querer creerlo y de echo seguia tomando el acido fólico y la progesterona por sea caso, pensaba "este no tiene ni idea, mi bebé sigue ahí lo he visto! igual esque está creciendo despacito y lo ha medido mal. " A los dos dias me puse a sangrar mucho y heché coagulos grandes, uno muy grande en especial pensé que era mi bebé, fué una sensación terrorifica, estaba sola en casa. No sabía que hacer con ello. Lloraba con desesperación, como si estubiera loca embolví aquello con cuidado y lo metí en el congelador. Esto lo sabe muy poca gente. No sé porque lo hice, quizá con la intención de llevarlo a que lo analicen en plan autopsia para saber que había pasado.
Estube como una semana undida, lloraba mucho, pensaba y pensaba. lo peor era cuando alguien te llamaba a ver que tal el embarazo y tenías que contarlo una y otra vez. No sabía si era mi culpa, si era un problema genético del feto, hormonal, demasiado trabajo, no sabía si me volvería a pasar, si podría ser madre o no. Encima no hay ningún apoyo médico, se lo toman como quién tiene un catarro. Sólo pensaba es cosa de Dios, si a sucedido así será lo mejor, quizá el niño venía mal y por eso se ha perdido.
Me dijeron que tenía que esperar dos reglas antes de volverlo a intetar. Pero no esperé tanto. estaba impaciente por ser madre, quería mi bebé, queria superar aquel dolor con la alegría de un nuevo embarazo, quería sentir de nuevo esperanza y un nuevo amor por un nuevo bebito. Y sucedió. Me quedé embarazada. de nuevo. De nuevo alegría, de nuevo contarlo a todo el mundo, esta vez si es la buena! Empecé a tomar progesterona por mi cuenta desde el principio, quería prevenir. había leido un poco por internet sobre esto y por si era un problema hormonal. Esta vez ibamos bien, no sangraba. Dejé el trabajo (bueno les dije que estaba embarazada y como había faltado unso dias porque me encontraba mal pensaronq ue sería asi todo el embarazo y me echaron), y decidimos irnos a vivir de nuevo a mi ciudad natal, más cerca de mi familia. Así yo estaría más tranquila, sin trabajar y todo iría bien. Aguanté un poco más que el anterior pero empecé a sangrar de nuevo. NOOO!!! no podía ser que estubiera pasando otra vez!! De nuevo corriendo a urgencias y de nuevo la misma situación, los mismos consejos, todo igual....pero esta vez mucho más undida porque tenía menos esperanza que la primera vez, esta vez me temía lo peor.
Volvió a ser igual, el feto no crecia, no se había "enganchado" y lo perdí yo sola de nuevo. Poco a poco sangrando. Sin legrado ni nada.
Después de este aborto, me quedé con esa sensación de ser infertil. De que no podía ser madre. Más acentuada porque pasaban los meses y no me volvía a quedar embarazada. Leía mucho por internet, me daba miedo volver a pasar por lo mismo pero quería tanto ser madre...leía que si te ha pasado dos veces tenías más posibilidades de que pasara una tercera. Y como en la seguridad social no te hacen ni caso con dos abortos (no se cuantos necesitas para hacerte unas pruebas o algo!), sólo me quedaba rezar y esperar que a la tercera va la vencida. Esto pasó en septiembre del 2009, y no que quedé embarazada hasta mayo 2010. Esos meses fueron angustiosos, seguia llorando la perdida de mis bebés, cada vez que lo recordaba o lo hablaba con alguien lloraba. A la vez esa sensación de que no iba a ser madre nunca. A veces le decía a mi marido "¿y si no puedo tener hijos?, me vas a querer igual? es injusto para ti" Mi marido siempre me apoyó muchisimo y me dijo que si no podíamos tener hijos, yo sería su niña. Sé que el sufría en silencio, nunca me demostró lo que sentía. Mi marido es super niñero, le encantan los niños, siempre los miraba por la calle y les decía chorradas. Sé que fué muy duro para él también y no quería decirme nada porque yo no me sintiera peor.
Valla como me he alargado. Y todavía me queda contar de mi tercer embarazo. Lo dejo para otra entrada para no alargar esto mucho que soy un poco pesada, jeje.