Hemos comprado una piscina pequeña, de esas tipo Disney y la hemos puesto en la terraza. A los niños al principio la idea les ha entusiasmado, la hemos llenado de globos y parecían animados. Mi gordito sin embargo que no le gustan mucho las novedades porque es muy miedoso no se quería ni quitar la ropa. Así que hemos metido a los otros dos, que han empezado emocionados salpicando pero al poco se han puesto a llorar que querían salir, creo que tenían frío porque ya daba la sombra en la terraza y aunque hacia calor no como para estar en remojo, que somos del norte y aquí ya sabéis que en la sombra refresca.
Así que la piscina como tal ha sido un fracaso pero luego me he acordado de varios blogs que he visto que pescaban tapones con un colador y he ido a buscarlo. Tenia pocos tapones y solo dos coladores, jeje, pero nos hemos apañado con unos corchos de botella y una lengua de las de rebañar el bizcocho. Lo que se dice pescar no han pescado ni uno, jeje, lo intentaban pero estaban mas a salpica y a tirar tapones dentro y fuera.
Les he puesto una cazuela al lado para que intentaran pescar los tapones y dejarlos en la cazuela, pero yo era la única que lo hacia, jeje.
Como estaban desde fuera y de salpicar en el agua se iban los corchos y los globos para el otro lado al final se han metido de nuevo al agua para ir a buscarlos pero esta vez con ropa y zapatos y todo...
Justo me dio tiempo de quitarle el pantalón y el pañal, jeje. Así que han pasado al final una tarde de agua diferente a como esperábamos pero lo han pasad muy bien y no querían entrar en casa, sobre todo mi flaquito, menudo berrinche para secarle y vestirle!