Bueno aquí os presento a mi acuario lleno de libros en el momento que escribí la entrada sobre la maldición del acuario. En alquel momento no os quise enseñar al foto por vergüenza, lo reconozco, porque sé que es un poco raro y cutre tener libros dentro de un acuario, jejeje. Pero hoy lo veía más logico para ver el antes y el después de la tranformación que le he dado.
En la entrada que menciono arriba me sorprendisteis (como siempre) con mil ideas y propuestas para hacer con el acuario. Las ideas se peleaban una contra otra dentro de mi cabeza y no me decidía por ninguna. lo consulté con mi marido que en cuanto escuchó la palabra "conejo" se emocionó y se le olvidó lo de llenarlo de peces. Le comenté a una tia mia que cria conejos que cuando tuviera conejitos me diera uno. Me comentó que los conejitos son muy monos peeeero son sucios, su habitáculo huele mal, vamos que hacen muchas cacas. Y que además los peques son muy peques y pueden espachurrarlo sin querer, que no controlan su fuerza y apretan cuando se emocionan.
Total que vacié el acuario, lo limpié y le pegué un hule de piedras (que uso para todo, jajaja) de fondo. Metí dentro una serpiente de goma y un cocodrilo de plástico de los niños. Quedaba soso hasta decir basta y no encontraba más artilugios o animales que pegaran para meterlos (no es cuestión de meter un perro o un caballo...). Lo que si tenía claro que quería que fuera algo de lo que disfrutaran los niños y les llamara la atención o pudieran interactuar con ello de alguna forma. Así que pensé en ir a algún chino a buscar peces de plástico, o lo que fuera un poco de agua, como un pulpo, un tiburón, un delfín,... De la que iba toda decidida en busca del chino de mi barrio, pasé por delante de la tienda de animales y me dió por entrar a preguntar por unas tortugas que igual quedarían bien en el acuario. Los niños se quedaron señalando las grandes peceras y haciendo morritos de pez mientras echaban besitos. Así que decidí al final y contra todo pronóstico meter peces. También porque el chico me dijo que para las tortugas también tenía que poner calentador y limpiar el acuario, bueno que al final daban más trabajo que los peces y eran menos llamativas para los niños.
Hablé con el dependiente que no quería gastarme un dineral en montar el acuario y que quería hacerlo lo más barato posible. Así que al final decidimos poner peces de agua fria (que el calentador además de consumir luz cuesta 25€) con poca piedra en el fondo 2 plantitas de las que no necesitan sustrato y ya está. Así que monté el acuario, puse un saco de piedras de 5 kilos de la barata sin color y otro de dos kilos de color por encima por darle una gracia, y lo arranqué que fuera creando bacterias para sus futuros habitantes.
Cuando pasó una semana me cansé de ver el acuario vacio y fuí a por un pez. Como es un acuario grande un pececillo no iba a manchar mucho el agua y lo consulté con el dependiente y me dió permiso para uno sólo (se supone que el acuario debe estar haciendo bacterias 3 semanas por lo menos), que estos peces de agua fria son bastante duros y aguantan bien si el ph no es del todo correcto.
El señor pez es un gran protagonista en casa. A los niños les encanta, van corriendo a darle los buenos dias por la mañana, a veces hasta se ponen a gritar emocionados señalándolo. Y antes de irse a dormir le dicen adiós y le dan un beso en el cristal. Ahora no sé si meter más peces, porque es como entrañable la relación que tienen con su pez que igual con más de uno se pierde un poco. No le hemos puesto nombre porque los niños entienden bien la palabra pez y si le llamamos de otra forma igual les confunde. Cuando hablen un poco más que se inventen ellos un nombre. Ahora os pido consejo de nuevo, que creeis ¿les compro más peces o le dejo sólo al señor pez? Mi idea era en principio meter 5 ó 6, pero igual podría meter 3, como uno para cada uno (aunque esto ahora no lo entiendan). También por el pobre pez que está ahi sólo y aburrido dando vueltas de un lado a otro.