Hace un tiempito en el blog de cuando olía a vainilla, hablábamos de los chupetes que tienen patas y se esconden siempre cuando más te hacen falta. Pues dándole vueltas al tema se me ocurrió fabricarme un saquito o algo así para dejarlos siempre cuando se levantan por la mañana y así para la siesta los tengo localizados (no sé si alguna vez os he comentado que sólo los usamos para dormir). Os aseguro que tengo dos por cabeza y a veces sólo encuentro uno o dos. Siempre los dejaba sobre la cuna después de hacerla y claro como ellos llegan los cogen y los dejan en cualquier sitio insospechado. Sobre todo les gusta meterlos en alguna caja o cajón, no sé por qué, así que los encuentro cuando voy a buscar una tela o unos calcetines. Menos mal que están acostumbrados a que ocurran estas desapariciones y pueden dormirse sin chupete, todos menos mi flaquito. Lo malo si hay un despertar nocturno y no hay chupete, alguna vez he ido a la cuna de otro a mangarlo, jejeje.
Mirando mis retales vi los recortes que tenía cogiendo polvo de los cubos que estaba haciendo con caritas. Y decidí aprovecharlos y hacerlo con forma de cubo. Así que he cosido 5 cuadrados de tela y los he rematado pro arriba con una cinta de bies. Le he cosido otro trozo para que haga de colgador. Como quedaba flojeras le he metido en el fondo un cuadrado de cartón.
Luego tocaba pensar donde colgarlo porque de momento no quiero que tengan alcance hasta que aprendan bien eso de "cada cosa en su lugar" que por alguna estraña razón no terminan de pillar el concepto. Tenía colgada de la cinta de la persiana una percha con cartones de olor que me regaló mi madre y lo he colgado de ahí. Alguna mañana hasta hemos jugado a hacer canastas con los chupetes (yo lanzo y ellos me los traen de vuelta cuando no encesto, jeje). Para principiantas costuriles es muy facilito y en 15 minutos te lo has hecho.