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De la cuna a la cama, primer pasito

Ya que estamos de cambios y nos estamos haciendo mayores, hoy hemos hecho unos pocos en el cuarto de los peques. Ha sido sin planear, el caso es que han roto la cuna de la niña. Como podéis ver en éste miércoles mudo con el colchón que metí debajo de las cunas llegaban a subirse y bajarse de la cuna de la niña siempre que querían (bueno mi flaquito no ha llegado a aprender). Hoy ya han roto un par de barrotes, si, los han partido en dos. Son un poco salvajes y se emocionan jugando entre ellos y se le ha atascado la pierna a mi gordito que tiene buena pierna y lo ha partido además haciendo punta. Como me ha parecido muy peligroso por si volvía a pasar pues he pensado que es el momento de quitar la cuna.

El caso es que la he montado sin lateral y queda muy mona pero he visto a la niña en el suelo aunque mantenga el colchón debajo, así que he cogido una valla del parque que ya es multiusos (porque cogí otra para proteger la escalera de fugas). La he atado con lazos por todas partes y ha quedado así:


El caso es que no llega hasta el final pero no importa porque así pueden subir y bajar por ahí. Pero tiene como un saliente que me resulta un poco peligroso para rasponazos o yo que sé (que son un poco brutos) y me he decidido a acolcharlo un poco.



Le he puesto un cubo de espuma y lo he forrado con forro polar y con un lazo. A ver lo que aguanta...

Estaréis pensando que menudo paso de la cuna a la cama, esto no es cama ni es ná...Es que no es la niña a la que le he quitado la cuna. Mi flaquito lleva varios días que ha cogido la manía que cuando se despierta se pone de pie en la cuna agarrado a un lateral y se pone a mover con fuerza alante y atrás arrastrando la cuna con un ruido terrible. A veces hasta la junta con la de su hermana. Pues harta de esto y puestos en reformas me he puesto a desmontarle el susodicho lateral al que se agarra, esto lo he hecho antes de poner la baranda en la cuna de mi niña. Cuando he decidido que lo veía peligroso todavía el ponerles sin protección he cogido el colchón de la cuna de mi flaquito y lo he puesto encima de una tarima que tengo en su cuarto para dejar cojines y peluches, que encaja justo de ancho, aunque no de largo, claro. La barandilla de su cuna que he desmontado la he atado igual que en la cuna de la niña con lazos para proteger de caídas nocturnas. Debajo en el suelo he puesto un colchoncillo de espuma mientras probamos y en el resto de la tarima unos cojines y un edredón por encima para acolchar esquinas.


No es exactamente una cama que digamos pero es un nexo entre la cuna y la cama. Puede salir y entrar por la parte de los pies y bueno, pasar perfectamente por encima de la barandilla que queda bajita.

Mi gordito sigue con su cuna, pero me estoy planteando quitarle una barandilla también, ya que su cuna es de estas básicas del ikea y queda el colchón muy cerquita del suelo. Pero bueno primero a ver que tal estos dos. De momento en la siesta muy bien, han dormido como siempre y no han salido ninguno de los dos, imagino que por costumbre o porque todavía no son muy conscientes de las nuevas posibiliades de fuga. Por la noche igual, se han quedado fritos sin moverse del sitio y se han levantado por la mañana también sin salir, llamándome como siempre. Así que de momento está siendo un éxito este pequeño cambio.

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