Éstos últimos días he leído algunos artículos sobre el colecho con los bebés curiosamente expresando que no lo hacen o los contras que le encuentran al tema (aquí y aquí). Digo curiosamente porque es algo de lo que siempre lees los pros y que la gente que lo practica es una decisión orgullosa y feliz. Y que conste que respeto profundamente a quien opta por el colecho y en el fondo hasta lo envidio, porque yo no soy capaz ni de intentarlo. Yo no me lo he planteado nunca porque eran tres bebés, si hubiera sido uno no sé como habría sido la verdad, puede que igual o puedo que lo hubiera probado por ver si iba con nosotros o no. Pues como me apetecía hablar del tema y como no lo practico no tengo fundamento para decir nada que interese a nadie, os voy a hablar de colechar con el marido, jajaja.
Puede parecer una tontería porque se supone que es lo que hace todo el mundo y como debería ser. Pero yo no lo hago casi nunca. Yo soy bastante cariñosa y siempre me ha gustado dormir en pareja. Pero después de estar dos meses en el hospital durmiendo sola y luego otros 3 en el sofá por atender más cómodamente a los niños cuando hacían tomas nocturnas, y luego empecé a turnarme con mi marido las noches para poder dormir un poco mejor, el hacía hasta las 6 de la mañana y yo le cogía el turno cuando se iba a dormir. Así que nos tiramos mucho tiempo sin dormir juntos, me acostumbré y ahora soy muy sensible a despertarme durante la noche. Imagino que también porque me acostumbré a tener que despertarme antes cualquier ruidito que hacían los niños, aunque fuera un suspiro. Tenía mucho miedo de que se me muriera alguno mientras dormía. Puede parecer un miedo irracional, pero con tres bebés prematuros a los que has visto dejar de respirar muchas veces y tener que reanimarlos (tanto en el hospital como en casa) para que vuelvan a respirar se vuelve un hecho real y posible. Pues eso, que cuando todo eso pasó y ya dormían en su cuarto y toda la noche y no tenía ningún problema con el sueño de los niños, empezaron a surgir mis problemas de sueño propios. Me he quedado muy sensible a los ruidos y me despierto con nada.
Durmiendo con mi marido me despertaba varias veces por la noche por sus ronquidos o ruidos típicos de dormir. Y no descansaba bien hasta que un día decidí ponerme mi propia cama en otro cuarto. Desde entonces duermo muy bien. A veces dormimos juntos en mi cama o en la suya y cuando me despierto a las 2 o las 3 de la mañana me paso a la otra porque me es imposible conciliar el sueño de nuevo con sus ronquidos,que no es que ronque muuucho, pero que yo no puedo dormir con ruidos por pequeños que sean. Estuve una temporada que me ponía tapones, pero aunque mis niños no se despiertan